Existia, entre mareas secas de arena, una secreta ciudad donde el sol imprimia de rojo y azul todo el valle.
Y ente el laberinto de sus calles, emergia el palacio como navegando a traves de las murallas rojas del mercado.
Lugar de encuentro entre animales y habitantes con olor a azafran y canela, sombrio punto de intercambios prohibidos.
1 comentario:
Me gusta mucho lo que estás haciendo.
Un beso
Patricia
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